Arcillas que curan la psoriasis

Según el Dr Hugo Golberg, médico especialista en fitofarmacia, la arcilla más indicada para el tratamiento de la psoriasis es la arcilla blanca patagónica o dolomita, aplicada en cataplasmas sobre las zonas que presentan las clásicas descamaciones inflamadas de esta enfermedad. Por cada medio kilo de esta arcilla, se agrega agua mineral hasta formar una pasta espesa y se complementa la acción medicinal con 10 gotas de aceite esencial de caléndula y 5 gotas de aceite de geranio.

“En el caso de que la aplicación se haga sobre la piel directa o indirectamente, por mediación de una gasa fina si se tratara de una zona vellosa, se emplean las cataplasmas, envolturas y vendajes. Se basan en la preparación de la arcilla con una consistencia tal que permita extenderla sobre una tela en una capa de 1 – 2 cm de grosor, que se aplicará por el lado de la arcilla directamente en la zona a tratar, cubriéndolo todo con una tela más gruesa, para que se fije bien durante el tiempo indicado (de una a tres horas, o hasta que se seque la arcilla) y conservando así el calor natural para mejorar el efecto terapéutico,” explica Font.

También se pueden hacer baños nocturnos de arcilla, disuelta en agua no clorada. Luego de 20 minutos en una bañera donde se ha disuelto arcilla granulada nos sentimos relajados, vigorosos y flexibles. Estos baños también purifican el organismo y fortalecen el sistema inmunológico.

Para estos baños se utilizan por lo menos 4 kilos por baño. Se llena previamente la bañera con agua caliente o fría (según la temperatura ambiente), luego se vierte la arcilla y se procede al baño de inmersión. Estos baños se deben tomar por no más de 20 minutos la primera vez y hasta no más de 30 minutos luego de la cuarta vez. Se recomienda hacer el baño por la noche con el estómago liviano (no antes de 2 a 3 horas de una cena frugal). Luego del mismo es conveniente reposar toda la noche o por lo menos 1 hora. Para que el resumidero no se tape, se debe aplicar en el mismo una tela fina o gasa y luego sobre ella aplicar el tapón, de tal manera que al proceder a vaciar la bañera; le tela haga de filtro dejando pasar únicamente el agua. Al otro día y con le arcilla seca se puede retirar fácilmente.