La causa del trastorno funcional del intestino conocido como colon irritable es aún un misterio, pero es muy evidente la incidencia de las emociones en su aparición, así como en el empeoramiento o mejoramiento de los síntomas.
“Justamente el miedo es una de las más frecuentes, porque quienes tienen este síndrome se limitan en sus actividades debido al miedo. Sentir dolor, ruidos, gases delante de otras personas, quedar atrapados en situaciones vergonzosas en las que se vean obligados a revelar su enfermedad y la preocupación persistente y angustiosa sobre lo que está pasando con su intestino suman el estrés al estrés existente y por eso, hay frecuentes asociaciones entre el colon irritable y la ansiedad social, la agorafobia y el ataque de pánico”, explica la Lic. Silvia Bernstein, psicóloga clínica, especialista en la relación que existe entre los síntomas digestivos y los conflictos psicológicos, autora del libro “Usted puede dejar de sufrir – Soluciones para vivir con un colon irritable”.
Las personas con colon irritable agudo o moderado poseen síntomas muchas veces impredecibles y tener un baño cerca no parece ser suficiente, por lo que terminan evitando los viajes, los paseos a lugares públicos o abiertos, los gimnasios, fiestas, deportes, conciertos, por ejemplo. Al mismo tiempo, la ansiedad que se produce por situaciones laborales pueden generarles síntomas y se sienten temerosos de no poder seguir trabajando.
Esta es una serie de consejos muy útiles para frenar el miedo que suele causar el colon irritable. Dice la Lic. Bernstein:
- Recuerda que lo que tu estás experimentando es solamente una exageración de tu normal reacción al estrés y el miedo.No te sometas a lo que estás sintiendo o trates de esperar a que pase por sí mismo. Cuando más desees dominarlos, menos intensos se harán.
- Permanece en el presente. Pon tu atención en lo que te está pasando ahora, más que preocuparte por cuánto peor podría llegar a ser.
- Nota que cuando dejas de pensar de modo amenazante, tu ansiedad se debilita
- Recuerda que el miedo es mucho peor que la realidad y verifica en tu memoria las veces que supiste que ocurriría una catástrofe y no ocurrió.
- Cuando el miedo aparece acéptalo, observándolo y no trates de pelear con él. Dale tiempo a que pase sin escapar.
- Cuando te sorprendas revisando tu cuerpo o mente buscando signos de peligro o catástrofe inminente, aprende a cambiar el canal de lo que realmente está ocurriendo y comprobarás que tus síntomas disminuyen gradualmente.