Cereales y semillas: cuando no conviene comerlos

¿Los cereales y las semillas son alimentos muy sanos? No siempre.

La mayoría de los cereales se consumen procesados- en harinas, copos de maíz, fideos, pan blanco – y no son sanos. Son carbohidratos complejos, sin fibra, con pocas vitaminas y minerales. La misma energía que proporcionan la da cualquier otro alimento que engorda menos.

El cereal para el desayuno puede contener además azúcar agregado y esto en suma aumenta la producción de insulina, lo que a largo plazo causaría diabetes tipo 2… que no casualmente es una epidemia mundial.

Lo mismo ocurre con los cereales integrales y las semillas. El cereal integral en pequeña cantidad, balanceado con otros nutrientes, es sano, pero si ya hay síntomas de resistencia a la insulina o diabetes no es tan aconsejable. Además, las semillas pueden generar alergias, y síntomas digestivos.

Las semillas son alimentos concentrados, lo mismo que las nueces, almendras y maníes, por lo que no se deben consumir sin control sino en pequeñas cantidades, no más de un puñadito diario.

Muchas de ellas deben molerse para que no pasen por todo el tracto digestivo sin ser aprovechadas y en general, pueden mejorar su potencial alimenticio si las activamos, que es ponerlas en remojo durante la noche para consumirlas al día siguiente.