El excesivo consumo de harinas así como de bebidas azucaradas, sumado al sedentarismo, hacen que hoy en día se note un alarmante aumento de índices de sobrepeso en los niños y este es un tema clave de salud. “El avance de la epidemia de sobrepeso y obesidad infantil-comenta la Lic. Viviana Wons, nutricionista – nos exige replantearnos muchas cuestiones como sociedad, pero hay que comenzar a actuar de inmediato para posibilitar que nuestros niños desarrollen todo su potencial y tengan una buena calidad de vida en la adultez. La alimentación y los hábitos saludables de los niños son absoluta responsabilidad de los adultos, por lo que el mejor consejo sería que cada vez que se tenga que decidir qué y cuándo comer se haga pensando en la propia salud y en la de los hijos”.
“Es necesario comenzar a cambiar la relación que tenemos con la comida, realizar una inteligente selección de alimentos- explica la experta en nutrición- limitar la ingesta de comidas hipercalóricas, ricas en grasas, azúcares y sodio; y estimular en cambio, el consumo de alimentos saludables y ricos en nutrientes.”
¿Cuáles serían los alimentos que no deben faltar? En desayuno, merienda y colaciones: lácteos (un yogur o un vaso de leche), frutas frescas de estación y cereales (preferentemente sin azúcar agregada) tales como copos de maíz, de avena, arroz inflado o quínoa, una rebanada de pan integral o de salvado, o simplemente un miñón de pan francés. En almuerzos y cenas se agregarían vegetales surtidos además de carnes magras, cereales o legumbres.
Para prevenir el sobrepeso y la obesidad en la familia se pueden seguir estos consejos.
-Reemplazar una parte de la harina blanca de las recetas habituales por las integrales.
-Evitar los excesos de grasas en los panificados caseros. Para ello será ideal sustituir la manteca por poca cantidad de aceite para las preparaciones que acepten este cambio.
-Utilizar pan rallado integral en lugar del blanco.
-Reemplazar los rellenos de tartas saladas de fiambres y quesos grasos por otros que contengan mayormente vegetales, huevo batido y un poco de queso magro.
-Utilizar métodos de cocción que colaboren con la disminución de grasas (plancha, horno, hervor, vapor, microondas, parrilla).
-Agregar vegetales a la parrilla del asado. Se puede elegir calabaza, zucchini, berenjena, morrón, tomates, champiñones, cebollas. De este modo se podrá “achicar” en parte la cantidad de carne a consumir.
-Preferir quesos no demasiado duros o maduros, ya que los más estacionados suelen tener un contenido mayor de sodio y de grasa.
-Para utilizar menos sal, condimentar con una amplia variedad de especias y hierbas aromáticas que no la contengan.