Uno de los mejores desinfectantes naturales es el tomillo, debido a su riqueza en timol, una sustancia que lo hace un potente antiséptico respiratorio que elimina los gérmenes y reduce los síntomas de las infecciones que estos producen, entre ellos la fiebre y el malestar.
El tomillo, de aroma intenso, se utiliza para aliviar el dolor de garganta en caso de faringitis o amigdalitis, o cuando se siente el pecho cargado y esto causa dificultades respiratorias. También está entre las hierbas que se utilizan para calmar la tos, incluso la producida por coqueluche o tos convulsa, y como expectorante en caso de bronquitis. Puede hacerse un jarabe exprés, pomadas y otras preparaciones que cuidan las vías respiratorias naturalmente.
El tomillo es un arbusto de hasta 30 cm de altura, con tallo leñoso en la parte inferior. Aromático, sus flores son rojizas, agrupadas en cimas densas. Ha sido usado desde la antigüedad. Los médicos egipcios, etruscos, griegos y romanos conocían sus propiedades curativas. Incluso Dioscórides, Hipócrates y Plinio el Viejo, entre muchos médicos, escribieron sobre las virtudes de esta planta.
La miel que elaboran con él las abejas goza de sus mismas propiedades. Crece en cualquier parte, pero prefiere los terrenos soleados y pedregosos. El tomillo tiene componentes muy interesantes entre los que destacamos el aceite esencial, con fenoles como timol y carvacol, flavonoides y terpenoides.
Por sus propiedades antisépticas, también se utiliza tomillo en afecciones bucales, como periodontitis, inflamación de encías, llagas bucales o mal aliento. Otra utilidad es la de uso externo, en heridas, raspones y pequeñas infecciones de piel. Los baños de pies también son recomendados, ya sea usando una infusión concentrada o aceite esencial. Estos baños mejoran los cuadros de hiperhidrosis y mal olor corporal.
Uno de los usos más difundidos del tomillo es en afecciones digestivas, ya que no solo evita espasmos gástricos o intestinales sino que además previene la formación de gases. Las infusiones de esta hierba mejoran indigestiones, cólicos, distensiones abdominales y toda retención en el intestino que genere un estado de toxicidad y molestia. Mejora los cuadros de colon irritable y de diarrea por las terapias con antibióticos.
Otra de las ventajas del tomillo que se desconoce es la de ser un analgésico y sedante suave, que no deprime el sistema nervioso sino que por el contrario levanta el ánimo. Es muy indicado para jaquecas, dolores producidos por cansancio muscular, dolores reumáticos, pesadez debida a largas horas de estudio o trabajo, fallas de concentración, agotamiento mental y cefaleas causadas por la tensión d ellos músculos del cuello y el cuero cabelludo.
De acuerdo con el tipo de padecimiento, el tomillo puede emplearse en distintas preparaciones: cataplasmas, masajes con aceite vehicular al que se le añaden gotas de aceite esencial, fricciones con crema de tomillo, infusiones en compresas calientes o frías.
Los remedios caseros que alejan enfermedades
Lo ideal es tomar una infusión de una cucharadita de flores y hojas por taza de agua, 3 veces al día. También se puede preparar un vino de tomillo y tenerlo listo como remedio múltiple. Para ello, hay que macerar un puñado de flores y hojas en un litro de vino blanco y luego de 21 días, tomar una copita luego de cada comida.
Otra opción es preparar un jarabe de tomillo. Se pone a hervir en un litro de agua una cucharada de hojas y flores de tomillo, con dos de manzanilla y se deja en el fuego hasta que el líquido se haya reducido a un tercio. Entonces se debe colar y agregar 2 cucharadas de miel, remover y guardar para tomar tres cucharaditas al día.
Los gargarismos son otra posibilidad, especialmente en caso de anginas. Se prepara una infusión de flores secas en un litro de agua, que se va utilizando a lo largo del día. La ventaja es que no solo es antiséptica sino analgésica.
Para aliviar el catarro: Inhalar una rama o unas gotas de aceite esencial añadidas a agua hirviendo y masajear la espalda, pecho y pies con aceite de tomillo.
Para aliviar el catarro: Mezclar a partes iguales esencias de lavanda, niaouli, pino, menta y tomillo. 20 gotas sobre el pañuelo, varias veces al día.
Para suavizar la garganta irritada o con amigdalitis: Preparar un té con tomillo. Beber la mitad de la taza a sorbos lentos. La otra mitad se utiliza, fría, para hacer gárgaras.
Para toda la familia
El tomillo es esencialmente antiséptico o desinfectante (su aceite incluso más que el fenol y el agua oxigenada). Por ello, se emplea en casos de bronquitis, gripe, resfriado, tos e infecciones varias.
Es, además, antiespasmódico, especialmente en los casos de tos, dolores abdominales, asma y calambres. Es vermífugo, muy útil para eliminar parásitos en los niños; repele los mosquitos, regulariza el flujo menstrual y refuerza el sistema inmunitario al favorecer la actividad y reproducción de los glóbulos blancos
Para eliminar los hongos de uñas y piel : con aceite esencial de tomillo; en la uña aplícalo con una gasa o bastoncillo y para la piel diluya el aceite esencial de tomillo en un aceite base, como el de almendras dulces, argán o coco.
Para prevenir los calambres nocturnos: Sumergirse antes de acostarse en un baño caliente al que se le habrán añadido unas gotas de aceite esencial de tomillo.
Para evitar cicatrices: Vendar las pequeñas heridas con un manojo de tomillo fresco para que no dejen cicatriz. En forma de cataplasma, cura las contusiones.
Para eliminar parásitos: Poner una taza de agua al fuego. Cuando rompa a hervir, añadir 2 pizcas de tomillo y mantener la ebullición ocho minutos. Tomarla cada mañana, filtrada, a lo largo de 15 días. Se puede edulcorar con miel.
Para calmar la inflamación en las encías: Añadir una cucharada de tomillo a una taza de agua hirviendo; tapar y dejar en reposo 10 minutos. Utilizar para buches tres veces por día.
Para aliviar dolores reumáticos y torceduras: Masajear suavemente la zona con una cucharada de aceite de girasol al que se habrá añadido 8 gotas de aceite esencial de tomillo.