Los beneficios poco conocidos del agua de mar

A pesar de que la creencia popular advierte que “no se debe tomar”, el agua de mar contiene todos los minerales esenciales para la vida y para mantener la salud en óptimo estado. De hecho, en el libro “El agua de mar”, las doctoras María Alejandra Rodríguez Zía y María Teresa Ilari Valentí y el licenciado Mariano Arnal, aseguran que beberla en determinadas dosis, rebajada con agua dulce o al natural, puede aliviar diversas afecciones, como hipertensión, obesidad, estreñimiento, artrosis, acné y osteoporosis, entre otras.

Salada, pero no con sal de mesa

La doctora Ilari Valentí, especialista en Medicina Interna y directora de la Clínica Santo Domingo de los Padres Jesuitas de Managua, relata en el libro su valiosa experiencia sobre el uso terapéutico del agua de mar que se aplica en desde el año 2003 en la clínica que ella dirige. Allí han sido capacitados unos 200 médicos y se han brindado más de 20.000 consultas con tratamiento a base de agua de mar.

Según la especialista, “el agua de los océanos está compuesta en un 96,5% de agua (H2O) y un 3,5% de minerales que, evaporado el 96,5% de H2O, devienen sales”. El agua de mar contiene además cloro, sodio, magnesio, azufre, calcio, potasio, bromo, estroncio, flúor hierro, manganeso, cobre, sílice, yodo y fósforo, entre otros minerales.

“El término ‘sal común’ se aplica a la sal obtenida de las minas en la tierra y a la sal obtenida por desecación en las costas”, dice la médica. Y agrega: “Es necesario aclarar que esta sal, lavada, refinada y aditivada, no tiene nada que ver con el agua de mar cuyo sabor se debe a la combinación de todos los elementos antes mencionados, entre los que predomina por su sabor salado el ion sodio (Na), que en los océanos se encuentra disociado del cloro; son moléculas separadas”.

Cómo beberla

Beber agua de mar requiere de un aprendizaje que debe hacerse paulatinamente. Las formas de prepararla y consumirla dependerán del fin terapéutico o nutricional que se persiga. De acuerdo con la Dra. María Alejandra Rodríguez Zía, médica clínica e endocrinóloga, la administración de agua de mar por vía oral puede realizarse de dos formas:

* Agua de mar isotónica: Es el agua de mar que tiene igual salinidad que nuestro cuerpo. Se prepara con tres partes de agua potable y una de agua de mar en un litro. Puede utilizarse como agua de beber, o añadida a los jugos naturales y a las infusiones.

* Agua de mar hipertónica: Se llama hipertónica al agua que tiene un nivel o “tono” de salinidad superior al nuestro. Es el agua de mar pura, sin diluir, y puede utilizarse como regulador del tránsito intestinal, purgante, digestivo y antes de las comidas para reducir el hambre y la ansiedad. Es antiséptica y descongestiva. En la cocina, ayuda a salar los alimentos. También puede usarse como dentífrico o como enjuague en la cavidad bucal, o bien para tratamientos tópicos en forma de baño o apósitos.

Aplicaciones curativas

  • Dolores de articulaciones y huesos: Está indicada en caso de dolor articular, artritis, artrosis, osteoporosis, mialgias y fibromialgia. Para las afecciones articulares, tipo reumatismo, se han recomendado tradicionalmente en Europa las aguas termales mineromedicinales, tanto en baños como en ingesta. Su consumo también es recomendado para prevenir la osteoporosis, ya que todos los minerales que necesitan los huesos para mantenerse fuertes están presentes en el agua de mar.
  • Depurativo y regulador del sistema digestivo (desintoxicante, purgante, laxante): El agua de mar permite la limpieza del organismo por un mecanismo de arrastre de desechos, por una respuesta de efecto laxante. También es un remedio excelente para el estreñimiento ingerir agua de mar en un espacio de tiempo limitado. En este caso la cantidad es importante; pero siempre con prudencia (máximo medio litro de hipertónica, si no se logra evacuar).
  • Asma bronquial, EPOC y neumonía: El agua de mar tiene un importante poder descongestivo. Obviamente, lo más indicado para estas afecciones es ir a la orilla del mar a respirar el agua nebulizada por las olas (la brisa marina). Pero al no ser siempre posible para todo el mundo recurrir a este remedio, la tecnología lo permite por medio de los nebulizadores artificiales. Basta con llenar la pipeta del nebulizador con agua de mar hipertónica, colocarse la mascarilla y respirar tranquilamente durante 20 minutos seguidos o en tramos de varios minutos. En casos agudos y situaciones de crisis es recomendable repetirlo tres veces al día. Para prevención y mantenimiento basta una vez al día. Si la persona se está tratando con broncodilatadores por prescripción médica, el medicamento se puede disolver en esta agua de mar, en vez de hacerlo en la solución salina. Mantener el tratamiento al menos hasta una semana después de la total mejoría.
  • Afecciones renales (oliguria o micción escasa, cálculos renales, infecciones de vías urinarias): La ingesta de agua de mar junto con abundantes líquidos ayuda a la expulsión de cálculos y a la remisión de otras afecciones renales. Pero debe haber un control adecuado de ingeridos y eliminados en el caso de oliguria por insuficiencia renal. Es indistinto beberla hipertónica o isotónica. Si esta ésta última, ir tomándola a lo largo del día, a demanda del paladar, procurando no exceder los 2 litros diarios.
  • Aftas bucales y caries dental: En la especialidad odontológica, el agua de mar es un auxiliar tan efectivo como las mejores pastas dentales y colutorios. Como prevención es suficiente lavarse los dientes con agua de mar hipertónica después de cada comida, y realizar enjuagues bucales también con agua de mar sin rebajar. En caso de piorrea, gingivitis, inflamaciones, aftas e infecciones, realizar enjuague oral con agua de mar hipertónica, repetido varias veces al día.

FUENTE: “El agua de mar. Aplicación Terapéutica”. Dra. María Alejandra Rodríguez, Dra. María Teresa Ilari y Lic. Mariano Arnal. Editado por Fundación Aqua Maris